Presentan una bicicleta impresa en 3D

La empresa Arevo imprime en 3D la primera bicicleta con fibra de carbono


Arevo es una de las empresas líderes en fabricación aditiva (impresión 3D) y nada tiene que ver con la industria ciclista. Una de sus grandes diferencias con respecto a otras compañías de impresión 3D es el Free Motion Printing, un proceso que consiste en montar el cabezal impresor en la mano de un brazo robótico. Así, el proceso puede ser mucho más preciso y detallista, además de menos restrictivo en cuestiones como el tamaño.

Sin embargo, acaban de presentar una nueva bicicleta cuyo marco está impreso en 3D con fibra de carbono. Se desarrolló para mostrar las posibilidades que ofrece su tecnología de fabricación aditiva. Arevo es conocido por su plataforma de impresión 3D robótica de seis ejes que le permite diseñar piezas compuestas.

La impresión 3D está impulsando la industria de las bicicletas con varias iniciativas que muestran cómo las tecnologías 3D pueden ayudar a diseñar piezas terminadas personalizadas más eficientes. La startup estadounidense quería confiar en un material más ligero pero más sólido, la fibra de carbono.

Generalmente, las bicicletas diseñadas tradicionalmente a partir de fibra de carbono son más caras porque los fabricantes tienen que depositar capas individuales impregnadas con resina alrededor del molde del bastidor; este trabajo hecho a mano es mucho más largo. El marco se coloca en un horno para fundir la resina y unir las capas de fibras de carbono. La fabricación aditiva podría reducir estos retrasos, pero también los costos de producción, dos beneficios clave para la puesta en marcha.

La tecnología desarrollada por Arevo combina impresión 3D, un software en línea y materias primas personalizadas. El cabezal de impresión conectado al brazo robótico deposita la fibra de carbono y funde un material termoplástico para unir las capas, todo en un solo paso. Un proceso que le permitiría a Arevo fabricar cuadros de bicicletas por solo $ 300. El cofundador de la startup, Hemant Bheda, también explica que pudieron crear el marco en tan solo 18 días, frente a los 18 meses con los métodos de fabricación tradicionales. La bicicleta también sería más fuerte gracias a un diseño simplificado que eliminaría el mantenimiento del asiento entre el sillín y la rueda trasera.

Eso sí, para Arevo esto no fue más que una prueba, un ejercicio para calibrar de qué son capaces. No se espera, por lo tanto, que salga a la venta próximamente. Pero el saber que su producción es posible -y la seguridad de que estas técnicas seguirán creciendo y mejorando con los años- nos llevan a pensar que, en un futuro no muy lejano, ver bicicletas impresas en 3D puede convertirse en algo habitual.